Con el uso continuado (una o dos veces por semana, durante 4 meses), se puede lograr un endurecimiento de la lámina de la uña, que puede favorecer la duración del esmalte.
Con el uso continuado (una o dos veces por semana, durante 4 meses), se puede lograr un endurecimiento de la lámina de la uña, que puede favorecer la duración del esmalte.